El encinar es la comunidad vegetal dominante,
en menor medida nos encontramos inmensos bosques de castaños
poblados de helechos en las umbrías. En zonas un poco más
húmedas, por su mayor altitud el alcornocal, es el más
extenso. En los valles junto a los cursos permanentes de agua, el
paisaje se enriquece con la presencia de árboles de Ribera
tales como chopos, alisos, sauces y fresnos. Finalmente en las vegas
de los valles cercanos a los pueblos aparecen los huertos de frutales,
completando con sus frutos, sus hojas y sus flores la amplia gama
de colores que ofrecen estos paisajes serranos.
Estos paisajes permiten la existencia de una variada fauna.
Además
de numerosas especies de anfibios, reptiles y pájaros, estas
sierras están habitadas por mamíferos predadores,
como el gato montés o cerval, el meloncillo, la comadreja,
la garduña, la jineta y el zorro, destacando la presencia,
aunque escasa, del lince. Sobresalen el jabalí y el ciervo,
recientemente introducido en algunas zonas donde escaseaban. Numerosas
aves rapaces surcan los cielos serranos como las águilas
reales, perdigueras, culebreras y calzadas, el ratonero, el búho
real y el buitre leonado. Merece ser señalada la presencia,
en el término de Aroche, de una colonia de buitres negros.
Cientos de kilómetros de muros o cercados de piedras, caminos
y empedrados, molinos de agua, fuentes, abrevaderos, pozos, acequias,
albercas, etc. en resumidas cuentas, un sin fin de elementos que
conforman un Patrimonio Rural de un valor incalculable y cuya conservación
merece el respeto de todos. |